Especialistas del INTA La Rioja proponen contar con una reserva forrajera de esta planta arbustiva, debido a que está adaptada al ambiente. Además, tiene tolerancia a suelos salinos, a temperaturas elevadas y a sequía. Manejada estratégicamente contribuye a mejorar el estado de las majadas, sobre todo durante el período de bache forrajero que coincide con la época invernal.
