De dimensiones, peso y superficie de dureza similar a las variedades disponibles en el mercado, especialistas del INTA desarrollaron una cereza electrónica con sensores que recorre los procesos de empaque y traslado junto al resto de las frutas. A partir de un transmisor inalámbrico bluetooth, baterías recargables de litio y un acelerómetro, reporta los movimientos y lugares en los que reciben golpes. Esta información será clave para mejorar los procesos, disminuir descartes e incrementar la rentabilidad.
