Esta nueva tecnología es clave para mejorar la eficiencia en cultivos de bajo porte y distribución irregular de plantas, según detalla una reciente investigación del INTA Manfredi, Córdoba, que comprobó que la incorporación de un sistema de aire forzado en la plataforma de la cosechadora mejora el flujo del material hacia la trilla y reduce las pérdidas por desgrane y vainas sueltas.Con una superficie sembrada de 17,75 millones de hectáreas y rendimientos promedio de 27,4 quintales por hectárea (qq), el cultivo de soja en la Argentina se destaca en la campaña 2024/25. Según estimaciones del INTA, en condiciones normales de cosecha en soja, el 70 % de las pérdidas se producen en el cabezal y el 30 % restante se va por cola de la cosechadora. Para mejorar la eficiencia y reducir las pérdidas en la cosecha de soja, un equipo de investigación del INTA Manfredi, Córdoba, evaluó la incorporación de un sistema de aire forzado Bravatec-Agro modelo Plenum, montado en el cabezal de la cosechadora. “El desarrollo mostró una mejora notable en el flujo de ingreso del material al sistema de trilla, especialmente en condiciones donde el molinete convencional no logra acompañar en el corte de las plantas hacia un sinfín de alimentación o un sistema lonas”, explicó Diego Villarroel –especialista en agricultura de precisión del INTA Manfredi, Córdoba–. Además, destacó que se redujo visiblemente la acumulación de vainas sueltas y granos en la barra de corte, contribuyendo a una cosecha más eficiente. Según aseguró el especialista, en este ensayo se observó “una reducción del 54 % en las pérdidas de cosecha que se dieron por plataforma, en comparación con un sistema tradicional”.
