El clásico evento anual no ocultó el delicado escenario. “Es un año decididamente malo para la producción agropecuaria”, dijo el presidente de la bolsa rosarina.El primer Lote de Soja de la campaña 2022/2023 se vendió en la tradicional subasta que se realiza en el recinto de operaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), fijando el hito que da inicio a la comercialización de la nueva campaña de la oleaginosa. El precio obtenido fue $148 mil pesos la tonelada. La puja se inició con una base de $ 100 mil, hasta que el martillero cerró en los $ 148 mil, que fueron pagados por Boero y Cía. SA ganadora de la subasta. Lo obtenido en el Remate (excedente del valor de pizarra) tiene un fin solidario. En este caso será donado a la Escuela N° 8090 “San Agustín”, de la localidad de Carlos Pellegrini, provincia de Santa Fe.
La cita fue encabezada por Miguel Simioni, presidente de la BCR, y contó con la presencia de Omar Perotti, gobernador de la provincia de Santa Fe; Pablo Javkin, intendente de Rosario; Daniel Costamagna, ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de Santa Fe; más dirigentes y referentes del sector agropecuario y operadores del mercado físico de granos.
Las estimaciones siguen en caída
El presidente de la BCR no apeló a eufemismos para graficar el impacto de la sequía en el sector y las consecuencias para el segmento agroindustrial y la sociedad toda. “Es un año decididamente malo para la producción agropecuaria. Por tercer ciclo consecutivo, y este en particular con mucha más virulencia, los hombres y mujeres de campo sufrieron crudamente y en soledad, el impacto de una sequía que se llevó sus sueños y esfuerzos”, dijo.
Citando la última estimación de La Bolsa remarcó: “El recorte de marzo a abril en soja pasó de 27 a 23 millones de toneladas, y en maíz de 35 a 32 millones de toneladas, alcanzando pérdidas de más del 50% de lo que se esperaba producir al inicio de la siembra”.
“A medida que avanza la cosecha, se confirma lo que estimábamos. Nos encaminamos a un cierre de campaña con valores tanto de producción como de rendimientos tan bajos, que hay que buscar en el siglo pasado para encontrar números similares”, agregó.
Perder posiciones
Simioni advirtió: “Nuestro polo de soja viene perdiendo su posición de líder mundial a manos de Nueva Orleans. Y este año, posiblemente nuestro país pierda su condición de exportador líder de harina de soja a manos de Brasil”.
Acerca del golpe periférico, el presidente de la BCR sostuvo que “el impacto negativo de esta sequía se está notando fuertemente también, en los pueblos y ciudades del interior, donde la vida y la actividad económica gira en torno a la actividad agropecuaria”, y completó sugiriendo que “es imperioso actuar con determinación y solidaridad para dar respuestas a aquellos que están sufriendo las consecuencias de este fenómeno”.
Alerta
El mensaje de Miguel Simioni dejó datos preocupantes y peligrosamente desconocidos para algún segmento de la población; a saber: “Se estima que en la presente campaña se dejarán de realizar más de un millón y medio de viajes de camión desde los pueblos y ciudades del interior productivo a sus diversos destinos”, con todo el movimiento económico que ello genera en esas comunidades.
“Habrá menos trabajo, menos actividad comercial e industrial, menor consumo, generando un impacto real y directo sobre toda la actividad económica”, resumió.
En una misma línea recordó que “por la sequía, se dejarán de cosechar 6,5 millones de hectáreas de soja, maíz, y trigo. Un área similar a la mitad de la superficie de la provincia de Santa Fe”.
Soja formoseña
El lote protagonista de este primer remate de la campaña 22/23 fue producido por La Constancia Agro S.A., de Potrero Norte, provincia de Formosa. La firma corredora es Enrique Zeni y Cía., y el entregador Carlos Conti.
Se trató de una partida de 35.530 kilos, de la variedad Credenz 5907, en la Planta Timbúes de Louis Dreyfus Company (LDC). Como es de rigor, el laboratorio de la BCR determinó que el lote cumplió con los requerimientos de calidad.
Por Alejandro Guerrero