Un estudio reciente elaborado por el Instituto de Clima y Agua del INTA analiza las secuencias productivas en las seis campañas del Mapa Nacional de Cultivos (2018/2019 ‐ 2023/2024). Se observó que la rotación de cultivos es una práctica frecuente y es generalizada la inclusión de cereales en las secuencias.Se presenta un análisis multitemporal del Mapa Nacional de Cultivos desarrollado por el INTA. Se analizaron las secuencias de cultivos derivadas de los mapas de las campañas 2018/2019, 2019/2020, 2020/2021, 2021/2022, 2022/2023 y 2023/2024. Estos mapas fueron generados a partir de clasificaciones supervisadas utilizando relevamientos a campo e imágenes de los satélites Landsat 8 y 9 y Sentinel 2. Se encuentran disponibles públicamente en la plataforma INTA.GEO, en el repositorio digital del INTA y en el repositorio Zenodo. Dado el gran número de secuencias identificadas a partir de la combinación de cada una de las clases de cultivos del mapa en seis campañas (cerca de 60.000 secuencias), se consideraron diversos índices para caracterizarlas, tales como: intensidad de siembra, número de campañas de soja de primera en la secuencia, número de campañas de maíz de primera y número de cereales en la secuencia. “Las 5 secuencias de cultivos más frecuentes incluyeron rotaciones maíz ‐ soja y maíz ‐ soja – trigo/soja. Luego se ubicaron secuencias con más proporción de soja de primera”, indicó Diego De Abelleyra, investigador del Instituto de Clima y Agua del INTA. Además, agregó que “se observa una concentración de casos con alta proporción de soja de primera en parte de la zona núcleo en las cercanías de centros industriales, centros de acopio y puertos de exportación”. Por el contrario, “el maíz se ubica con más frecuencia en la secuencia en sectores periféricos”, afirmó el investigador. En el indicador “intensidad de siembra” que describe el uso del suelo a lo largo del año y el grado de ocupación, se determinó que los sitios donde sólo se realizó un cultivo por año (sin presencia de dobles cultivos), representaron un 36 % del área agrícola. “Los casos de un cultivo por año se ubicaron principalmente al oeste de la Región Pampeana, noreste de Santiago del Estero y Salta, asociado a menores niveles de precipitación”, señaló De Abelleyra. En línea con el especialista, “al ser el maíz el segundo cultivo más sembrado, compite directamente con la soja en la secuencia de cultivos y su presencia en niveles altos puede ser indicador de que hay rotación en la secuencia”. El análisis muestra que la presencia de maíz en las secuencias es bastante menor que la de soja. De esta manera, sólo el 25 % de las secuencias tiene 3 o más cultivos de maíz en las seis campañas analizadas. La presencia de maíz en la secuencia es más importante en las regiones mencionadas con predominancia de simples cultivos y menores niveles de precipitación (oeste de la Región Pampeana, noreste de Santiago del Estero y Salta).
