Fertilizar AC planteó que la aplicación de nutrientes también es trascendental para mejorar la calidad de los alimentos que consumimos, más precisamente, en el caso de la soja, porque permite preservar el nivel de proteína del poroto que determina la calidad nutricional del alimento.
Una de las formas más difundidas del consumo de soja es la salsa, uno de los condimentos más antiguos del mundo, que tiene su origen en China hacia el final de la dinastía Zhōu, que gobernó entre los años 1046 y 256 a. C. Su uso se propagó con el tiempo a otros países asiáticos y hoy se encuentra en muchas recetas. Roberto Nishida, chef ejecutivo de la cadena Dashi de comida japonesa, brindó algunos secretos de sus platos y del uso que tiene la salsa de soja en Japón. En esta línea, compartió que contiene proteínas, carbohidratos, fibras y grasas saludables, es un alimento rico en Sodio, Calcio, Hierro, Fósforo, Potasio y Zinc y aporta vitaminas A, C y varias del grupo B. Además, comentó que es beneficiosa para la digestión y el crecimiento y desarrollo del cerebro. Cabe aclarar que existen tres tipos: Shoyu (mezcla de sojas y trigo); Tamari (se usa en frío y es para gluten free) y Teriyaki (soja, azúcar, mirin -vino de arroz japonés- y especias). La salsa de soja en Japón se usa para reemplazar a la sal. En los restaurantes japoneses no se ponen saleros en la mesa, se pone salsa”, describió Nishida. “Se usa en sopas, en woks, en marinadas, en fermentos, adobos, en todo lo que se utiliza en la cocina”. Para cocinarla recomendó que se agregue al final de una preparación y no durante la cocción “porque se empieza a tornar amarga”. “Todas las comidas que los japoneses quieren salar, le ponen salsa de soja. Mis padres, acá, se la ponen al asado”, concluyó.