Germán Todino: “El campo tiene mucho que ver con el automovilismo”
De familia con tradición agrícola y ganadera, el joven piloto de TC, conocido como “El gaucho de Rivera”, supo combinar sus dos pasiones y reivindica la esencia de sus orígenes cada vez que sale a las pistas.
Hace unos años que el pueblo de Rivera ya no pasa desapercibido y mucho menos para los fanáticos del automovilismo. Es que desde que debutó en 2017 en Turismo Carretera, siendo el piloto más joven en correr en esa categoría con solo 16 años, el riverense Germán Todino lleva el orgullo por sus orígenes hasta en su apodo: “El gaucho de Rivera”.
Si bien aclara que no es un paisano que anda todo el día con botas y espuelas, Germán reconoce que este apodo que “le tocó” por ser el único piloto que usaba boina en vez de la clásica gorra con visera, es una posibilidad de “poder representar al campo y a la gente del interior, de que se vea lo que hacemos nosotros en el campo, las dificultades que tenemos”. Con tonada campechana y una mezcla de orgullo y timidez, agrega: “De la gente del interior no se acuerda nadie, yo soy de un pueblito del interior que no se conocía y ahora nombras Rivera y saben adónde queda, lo relacionan conmigo”.
Una vida en el campo
La familia Todino siempre estuvo vinculada al campo, por lo que para Germán la vida entre cosechadoras y animales era algo común. “Aprendí a manejar un tractor antes que un auto”, dice y reconoce: “Todo lo que sé del campo es por lo que me enseñaron nuestros empleados, que son los mismos que están hoy, cada vez que iba, además de mis padres y mis abuelos”.
Al terminar el secundario intentó instalarse en la ciudad de Buenos Aires para estudiar una carrera universitaria pero sólo resistió unos meses el andar apurado de los porteños. Al regresar a su querido pueblo empezó a trabajar en el campo familiar como encargado del feedlot, alternando esas actividades con su pasión por los autos.
Actualmente los Todino se dedican a la agricultura y a la ganadería con feedlot. Además, para comercializar el ciclo completo, Sebastián y Gastón, padre y tío de Germán, se asociaron para adquirir el frigorífico Alsina, ubicado en la localidad de Carhué, desde donde distribuyen a todo el país carne fresca y envasada al vacío. Esto hace que puedan dar trabajo a unas 150 familias de la zona.
Si bien la responsabilidad de entrenarse para las tres categorías en las que compite profesionalmente -TC, Turismo Nacional (TN) y TC Pick Up- lo alejaron un poco de ese día a día que tanto disfrutaba de chico, a sus 24 años Germán sigue eligiendo Rivera para vivir y reconoce que “se extrañan las actividades del campo”, por eso cada vez que puede se da una vuelta “para ayudar en algo”.
Asimismo, reflexiona: “El campo tiene mucho que ver con el automovilismo, en cómo analizás una siembra, cómo vas armando el suelo ahora para poder sembrar o cosechar dentro de tres meses. En las carreras pasa lo mismo, vas planificando qué hacer, si salís apurado o los esperas, cómo clasificar según las posibilidades de salir campeón o no”.
Tradición sobre ruedas
Germán es el más grande de tres hermanos (dos varones y una mujer) y quien recibió el legado automovilístico de la mano de su tío Gastón, quien al retirarse de las pistas le dijo que continuara con la tradición familiar. Por eso, utiliza el #56 en su auto de turismo nacional y en la camioneta, en honor a que “es el primer número que usó mi tío cuando empezó a correr a nivel nacional”, recuerda.
Pero el camino también estaba marcado por su padre quien, cuando él nació, también corría junto a su tía de acompañante y salieron campeones. “Cuando nací mi papá ya estaba arriba de un auto de carrera así que hemos ido desde chicos al autódromo. Después empecé yo y fui el primer Todino joven que se subió a un auto de carrera”, asegura.
“El gaucho de Rivera” debutó profesionalmente en la Fórmula Metropolitana en 2016 y al año siguiente ya estaba haciendo lo mismo en el TC Pista Mouras y el Turismo Carretera. Fue campeón en 2018 del TC Mouras y este año disputa la punta del campeonato del TC desde el cuarto lugar de la tabla de posiciones.
Reconoce que, a diferencia de los jóvenes de su edad, nunca le dio importancia a salir a bailar por ejemplo. “Al principio veía mucho el cambio de madurez mío con respecto a mis compañeros, pero el ambiente te lleva a eso. Desde chico me he ido juntando con gente grande que me fue retando, enseñando, me fueron formando”, reconoce. Su familia también fue y sigue siendo uno de los pilares fundamentales que lo apoya en todo momento. “Somos bastante quilomberos, vamos una banda a las carreras, mis papás, mis dos hermanos, mis abuelos”, cuenta.
Entre el campo y los motores
Ya sea en el campo o en los autódromos, Germán Todino nunca se separa de su termo ni su mate, así como siempre deja en claro que a pesar de sus logros sigue siendo un riverense más para el que el campo “es familia y es la vida”. “Si perdés un poco tu esencia de siempre no tiene gracia. Por suerte mis abuelos y mis viejos nos han criado bien tanto a mis hermanos como a mí. Tenemos una enseñanza muy linda desde chicos que ninguno en nuestra familia la ha perdido”, afirma. Por eso, destaca que “por más que sea conocido, toda la vida en la zona nos conocieron por ser buena gente y por muchas otras cosas que están fuera del automovilismo”.
Para el actual piloto de TC la clave está en que “por más que te vaya bien o seas conocido nunca pierdas la esencia”. Eso, sin dudas, “habla bien de toda mi familia”, concluye.
Por Paola Papaleo
En caso de replicar este contenido en su totalidad o parcialmente, por favor citar como fuente a www.expoagro.com.ar en el primer párrafo y al final de la nota.
Compartir