Lo que pasa en el campo

08/11/23

INTECH, el centro multidisciplinario del CONICET que ofrece educación de excelencia

Ubicado en la ciudad de Chascomús, este Instituto es un espacio de referencia para la educación universitaria. Los principales ejes de trabajo están orientados al área de la biotecnología y la salud. Al frente de la entidad se encuentra Gustavo Manuel Somoza, un destacado investigador del área de las Ciencias Biológicas.

Fundado el 23 de marzo de 1989, el Instituto Tecnológico Chascomús (INTECH) desde sus orígenes apuntó a constituirse en un centro de excelencia científica y en un espacio de referencia para la educación universitaria y el vínculo con la comunidad. En la actualidad se brindan en Chascomús la Tecnicatura Universitaria en Laboratorio y la carrera de Ingeniería en Agrobiotecnología.

El INTECH es una entidad de doble dependencia del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)-Universidad Nacional General San Martín (UNSAM); es Instituto Asociado de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la Provincia de Buenos Aires (CIC), e integra el grupo de Unidades Ejecutoras del Centro Científico Tecnológico (CCT) La Plata.

Al frente de la entidad se encuentra Gustavo Manuel Somoza , doctor en Ciencias Biológicas de la UBA (Universidad de Buenos Aires), nacido en la Capital Federal que actualmente reside en Chascomús, “mi ciudad por adopción”, asegura.

El INTECH es un centro multidisciplinario cuya misión es brindar educación de excelencia y generar conocimientos básicos y aplicados innovativos en el campo de la investigación científica en bioquímica, biología molecular, biología celular, biotecnología en salud humana, agrobiotecnología, neurobiología, microbiología e inmunología, agricultura, ganadería, acuicultura y ecología de humedales.

Somoza apuntó que, en el Instituto “realizamos investigaciones en el área de la biotecnología y la salud, entendiendo a la salud como un todo: salud ambiental, salud animal y salud humana”.

Según precisó en este momento hay en la entidad 18 laboratorios que tienen una o más líneas de trabajo, entre ellos Biología del Desarrollo; Bioquímica y Biología Celular de Parásitos; Bioquímica y Fisiología de la Maduración de Frutos; Biotecnología Ovina; Fisiología y Asistencia al Mejoramiento Vegetal; y Células Madre y Terapia Génica.

Larga trayectoria

“Me incorporé al INTECH en el año 2001, cuando comencé con una línea de trabajo relacionada con la reproducción y el cultivo del pejerrey financiada por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y también por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. Desde ese momento trabajé en la puesta a punto del cultivo del pejerrey en condiciones intensivas, la reproducción y la diferenciación sexual de este pez emblemático de la provincia de Buenos Aires”, detalló el investigador.

Su abultada historia académica comienza con una licenciatura en Ciencias Biológicas en la Universidad de Buenos Aires, donde obtuvo el título de Licenciado en Ciencias Biológicas en 1981; luego realizó su doctorado en el Instituto de Biología y Medicina Experimental bajo la dirección del Dr. Carlos Libertun y defendió su tesis en 1986 en la Universidad de Buenos Aires. Posteriormente dedicó un período de investigación post-doctoral en la Universidad de Alberta en Edmonton, Canadá para retornar a la Argentina y trabajar en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

“Continúo trabajando en reproducción y diferenciación sexual en el pejerrey y dirigiendo o co-dirigiendo tres tesis doctorales relacionadas con la temática. Soy además docente en las carreras que la Universidad Nacional de San Martín dicta en el INTECH y realizo toda la gestión de administración que implica la dirección del Instituto. También llevo adelante tareas de gestión editorial en revistas científicas internacionales”, resumió.

El INTECH funciona en un edificio central de 5000 m2 de superficie cubierta, un centro de biotecnología ovina de 500 m2 y un campo experimental de 906 hectáreas, en el partido de Chascomús. Externos al edificio central la institución cuenta con bioterios de roedores y de peces e instalaciones asociadas a la acuicultura, un invernáculo, un cuarto de almacenamiento de residuos peligrosos, e instalaciones asociadas al uso del campo.

Producción de alimentos

En lo que se refiere a la producción de alimentos y el posicionamiento de Argentina frente al mundo, el director del INTECH, con asesoramiento del Dr. Franco Rossi, comentó que “Argentina es un país líder, con industrias de gran escala en los sectores de agricultura y ganadería vacuna. De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Argentina ocupa el décimo octavo puesto en el ranking mundial de exportadores de productos agropecuarios”. Una mejor ubicación logra dentro del continente americano, donde ocupa el cuarto lugar, detrás de Estados Unidos, Brasil y México.

“Los principales productos del agro con destino a la exportación provienen básicamente de cereales, como maíz y trigo, y oleaginosas (soja y girasol) y sus derivados en forma de harina o aceite y de la producción de carne vacuna. Un dato interesante se desprende de las economías regionales, entre las que se destacan la producción de maní y diversas frutas y cítricos”, informó Somoza.

Huella de Carbono

El investigador también ofreció información sobre la Huella de Carbono (HC), “indicador ambiental que expresa la cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que se emiten a la atmósfera por acción directa o indirecta de un individuo, organización, evento o producto”, precisó.

Según explicó Somoza, “la medición de la HC es un aspecto fundamental para nuestro país y de hecho se cuantifica de manera permanente en diversas actividades vinculadas al agro. En los últimos años se creó a nivel internacional un sistema de comercio a través del cual los gobiernos, empresas o individuos pueden comprar y vender permisos de emisión o créditos de carbono para compensar sus emisiones de una manera costo efectivo”.

En este sentido, aseguró que “nuestro país tiene una muy buena posición mundial, ya que la actividad agrícola posee excelentes estándares de producción con altos rendimientos y bajas actividades de generación de CO2 (dióxido de carbono), aspecto que se sustenta sobre las buenas prácticas agrícolas en general”.

Por Pablo Salinas

 

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