Lo que pasa en el campo
25/08/23
La importancia de los resultados de los Ensayos de la AIAJ en Soja
Los ensayos se llevan a cabo desde hace 8 años en campos de La Agraria, Agustín Roca (UNNOBA) y Saforcada. Los datos que arrojan son valorados por productores agropecuarios, ingenieros, asesores y las empresas semilleras.
Desde hace 8 años la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín (AIAJ) realiza cada año diferentes ensayos a campo, tendientes a generar información útil para la toma de decisiones de manejo en Junín y alrededores.
La red de Soja tiene como objetivo evaluar comparativamente los principales cultivares disponibles en el mercado, en términos de rendimiento, calidad de grano, sanidad y otras características agronómicas que ayuden a definir su potencialidad y adaptabilidad a la zona.
Los especialistas, todos integrantes de la AIAJ, que participaron fueron en Daniel Aperlo en La Agraria, Sebastián Mango en Saforcada y Agustina Marcelino en el campo experimental de la UNNOBA. Además participaron de los ensayos las ingenieras agrónomas Guadalupe Tellería y Paula Mellili de análisis estadístico del INTA.
“El sistema de siembra en estos ensayos en los tres sitios fueron franjas con testigos apareados. En los tres casos se respetaron el orden de siembra”, explicó el ingeniero agrónomo e integrante de la Asociación, Fabricio Navone.
Vale decir que en el partido de Junín predominan los suelos Hapludoles Típicos en posiciones normales del terreno y Hapludoles énticos en las lomas. Son suelos profundos y oscuros con aptitud agrícola, bien a algo excesivamente drenados, relativamente jóvenes con escaso desarrollo. Una de las Series predominantes es la serie Junín, de textura franco limosa, Capacidad de Uso III e índice de productividad general de 62. Sus principales limitaciones están asociadas a la susceptibilidad a la erosión eólica y escasa retención de humedad en períodos de sequías prolongadas.
“Estuvimos en un 60% del rinde esperado para esta zona, y de mayor a menor vamos en función de la lluvia recibida. Todo el aporte de agua del cultivo fue solamente por precipitaciones, ya que la napa se encontraba en los 3,70 a 4 metros según la zona. La zona que menos agua recibió de lluvia fue La Agraria y es coincidente con la de rendimiento más bajo, siguiendo por Saforcada y terminando con alguna lluvia más abundante en enero, en la zona de Agustín Roca, donde tuvimos los mayores rindes”, explicó Navone.
“Desde la AIAJ valoramos el aporte de las empresas que por octavo año consecutivo confían en la AIAJ. Los resultados de estos datos los compartimos con colegas de toda la región, los asociados, los productores agropecuarios y, por supuesto, las empresas semilleras que participan de este tipo de ensayos”, contó.
Por Diego Abdo
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