Lo que pasa en el campo
30/05
La pasión por el búfalo, del campo a la góndola
Jorge Leguiza es productor ganadero y supermercadista en San Roque, una ciudad de 10 mil habitantes en el Norte de Corrientes. Hace unos años incorporó la producción de búfalos a su campo, decidió hacer ciclo completo 100% a pasto y vender la carne bubalina identificada, con muy buena respuesta de los consumidores. “La gente tiene que saber qué carne está consumiendo”, sostiene.
Con una producción de ciclo completo, totalmente a pasto, y que le permite sacar animales pesados para faena en menos de dos años, Jorge Leguiza encontró en el búfalo una gran alternativa para producir carne de calidad en su campo y venderla en su supermercado, en la localidad correntina de San Roque. A partir del trabajo que realizan para la promoción de esta carne en su ciudad, el producto está instalado en la dieta de muchos pobladores, que tienen la posibilidad de elegir en la góndola los cortes bubalinos certificados como tal.
Jorge Leguiza es productor ganadero y comerciante en San Roque, una localidad de alrededor de 10 mil habitantes que está ubicada en el Noreste de la provincia de Corrientes. Es cabecera de un departamento donde la producción ganadera es la actividad principal.
Hace cinco años, a partir de una recomendación de Oscar Hermann, el veterinario de su establecimiento “El Molino”, incorporó un lote de búfalos a su producción. El búfalo es una especie que viene ganando terreno en muchos campos de Corrientes, a partir de su adaptación, rusticidad y los resultados que tiene en potreros marginales, donde los bovinos no logran expresar su potencial.
“Cuando uno empieza a trabajar con búfalos, la actividad se convierte en algo apasionante; uno ya no lo hace por dinero, lo hace por pasión”, explicó Leguiza sobre este desafío que hoy está afianzado en su campo, donde más allá de la rusticidad de los animales, emprendió un sistema de pastoreo racional para sus animales, que le permite disponer de forraje durante todo el año y producir con bienestar animal.
En convivencia con los bovinos que también cría en su establecimiento, Leguiza dispuso para sus 120 búfalas en producción, un sistema de pastoreo racional “Voisin” con potreros de 1 y 1,5 hectáreas, que le permite disponer de pastos naturales y pasturas implantadas permanentemente. “Cuando los búfalos terminan de pastar en el último piquete, el primero ya tiene el pasto recuperado; es un sistema que nos ayudó mucho en los últimos años, con la sequía que tuvimos”, consideró el productor y comerciante.
Además, todos los piquetes cuentan con bebederos, lo que para el productor conllevó una importante inversión. “La prioridad en el campo es el agua: en cada potrero los animales tienen agua de perforación, fresca y limpia. Tenemos 17 kilómetros de mangueras para todo el campo, entonces los animales tienen acceso al agua cada 100 metros”, explicó Leguiza.
En “El Molino”, la producción bubalina se desarrolla en conjunto con el vacuno. “El búfalo convive con el bovino; en un potrero están los búfalos y en otro los vacunos, pero en algunos casos se los pone a los dos juntos y conviven perfectamente sin ningún tipo de problemas”, detalló el productor correntino.
Los resultados que obtienen con el búfalo son importantes, ya que en dos años están sacando animales para faena, producidos en potreros en los que el vacuno no tiene esos rendimientos. “Hacemos la cría, la recría y el engorde final todo a campo, ya sea con las pasturas que nosotros implantamos y con los pastos naturales. Y en dos años, tenemos un búfalo para faena, diente de leche, con una carne muy linda y muy sana. Y agradable al gusto de los consumidores”, comentó.
En la góndola
Junto a su equipo de trabajo, Jorge Leguiza se propuso hace unos años un nuevo desafío: vender en la carnicería de su supermercado, en San Roque, la carne de búfalo identificada como tal. Y la respuesta que tuvo de los consumidores lo sorprende día a día.
“Ponemos en el supermercado identificado como carne de búfalo; blanqueamos la situación porque así debe ser y para que la gente conozca y sepa la carne que está consumiendo”, explicó Leguiza. En este sentido, distintos estudios realizados sobre la carne bubalina determinaron algunas ventajas saludables respecto de la vacuna: 55% menos de colesterol; 11% más de proteínas y 10% más de minerales, entre algunas características que hacen a este producto.
No obstante, el trabajo de “seducir” a los consumidores de San Roque no fue fácil al principio. “Fue una tarea de todo el equipo, donde decidimos salir de nuestra zona de confort para ofrecerle al consumidor un producto distinto. Y la gente de a poco se saca ese tabú de que la carne de búfalo es dura; no puede ser dura una carne de animal joven, diente de leche y bien manejado”, explicó.
Además de los cortes tradicionales del desposte de la media res, que es similar a la del vacuno, en San Roque se pueden consumir otros subproductos elaborados con carne bubalina. “Nosotros trabajamos la carne de búfalo como si fuera carne vacuna: hacemos milanesas, chorizos y otros productos, y es increíble la respuesta de la gente, que te dice que no encuentra diferencia con la carne de novillito”, comentó.
Y respecto a la demanda por estos cortes y subproductos, el productor y supermercadista sostuvo que en los últimos años se duplicó. “Cuando empezamos, faenábamos un búfalo por semana y hoy duplicamos esa cantidad; para la ciudad de San Roque, que no es tan grande y además donde no somos la única carnicería, es un buen número”, explicó y a la vez que agregó: “Tenemos una oferta constante en la góndola, pero algunas veces tenemos que comprar algunos bubillos para recriarlos en nuestro campo, porque vemos que la demanda de los consumidores se incrementa”.
Tranquilo en todo momento y siempre destacando el trabajo de su equipo, Leguiza consideró que todavía hay mucho por crecer, pero admitió que “es el comienzo del éxito”. No obstante, avizoró que “esto se va a potenciar con el tiempo porque el búfalo tiene una posibilidad de desarrollo muy grande en estos campos, y tanto nosotros como nuestros clientes, comprobamos que es una carne de excelente calidad”.
Por Esteban Montgaillard
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