Un estudio del Instituto de Ingeniería Rural del INTA confirmó que para mejorar la eficiencia en las prácticas de pulverización agrícola es importante considerar tanto la presión de trabajo como el tipo de boquilla utilizada. Además, destaca la importancia de considerar aspectos climáticos tales como temperatura y humedad.
Por otro lado, en el caso de las boquillas TTI, se encontró que el menor valor de deriva se obtuvo con la mayor presión de trabajo. “Esto sugiere que la velocidad de las gotas podría tener una influencia mayor que el tamaño de las mismas en la reducción de la deriva”, resumió Masia.
Así es que, como resultado del estudio, se demostró que, independientemente de las presiones evaluadas, las boquillas TTI generan menores valores de deriva en comparación con las boquillas XR. Y agregó: “Esto presenta una ventaja significativa en el control de malezas, especialmente cuando se utilizan herbicidas sistémicos, ya que las gotas gruesas y ultra gruesas mostraron una eficacia similar a las gotas finas y medias en las pulverizaciones”.
Además de considerar las herramientas más aptas para la aplicación, para reducir la deriva es “clave” -señaló Masia- considerar otros aspectos tales como las condiciones ambientales adversas como son altas temperaturas, baja humedad y presencia de viento.
A la par, el investigador subrayó la importancia de que los operadores tengan los elementos de protección personal y colectivos. Además, es importante el mantenimiento mecánico rutinario que se le hace al equipo de aplicación: la calibración del equipo pulverizador en forma frecuente. “Es decir, se debe realizar una revisión de filtros, revisión de boquillas pulverizadoras, su estado, limpieza, reparar alguna cuestión así del equipo propiamente dicho”, puntualizó Masia.
Y concluyó: “Es importante ser flexible y considerar las diferentes técnicas de aplicación según cada situación en particular”, la limitante fuerte se da por las condiciones ambientales en el momento de realizar esa aplicación.