Un productor del centro cordobés relata cómo logró rescatar suelos con alto contenido sódico gracias al uso de un bioactivador compuesto de ácidos húmicos.“A mis espaldas hay 85 hectáreas de maíz, 15 son de suelos salitrosos, y en 7 u 8 de ellas no crecía nada; ni maíz ni soja”, afirma Alejandro Aimar, un productor de Impira, comuna del departamento Río Segundo, en Córdoba. Aimar relata que se trata de una zona compleja, con suelos con muchas variables, entre ellas el alto contenido de sodio, condición que dificulta una óptima implantación de los cultivos. Para encontrar una solución y poder producir en los ambientes con limitaciones, el productor buscó opciones junto a Franco Melano, el asesor técnico del distribuidor Royjo.


