La inversión en las actividades de siembra de los principales cultivos argentinos (soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo) para la campaña 2025/26 se proyecta en 13.915 millones de dólares.En el presente informe se proyectan las necesidades de inversión de los productores de granos para encarar las siembras de la campaña agrícola 2025/26. La financiación de estas actividades continúa siendo un aspecto central del negocio agrícola, dado que el esquema productivo requiere importantes gastos anticipados en semillas, fertilizantes, agroquímicos, labores y otros insumos, mientras que los ingresos recién se materializan tras la cosecha. El análisis considera los costos vinculados a la compra de insumos, siembras y pulverización, y abarca los cultivos extensivos más relevantes: soja (de primera y segunda), maíz (temprano y tardío), trigo, girasol, sorgo y cebada, tanto cervecera como forrajera. En relación con campañas previas, el valor en dólares de los insumos se presenta mayormente estable respecto al año anterior, más allá de la volatilidad cambiaria. Se mantienen, asimismo, por debajo de los picos alcanzados en 2022, cuando se desató la guerra ruso-ucraniana. No obstante, la superficie destinada a granos en Argentina se mantendría en valores históricamente altos, lo que implica que el volumen total de inversión requerido por el sector seguiría ubicándose entre los más significativos de la serie. La campaña agrícola 2025/26 se encamina a sostener un nivel de siembra históricamente alto: se proyectan 37,8 millones de hectáreas entre trigo, cebada, girasol, maíz, soja y sorgo, lo que representa el tercer mayor registro de la historia considerando este conjunto de cultivos. Dentro de la gruesa, sobresale el maíz, con 9,7 millones de hectáreas que permitirían alcanzar una producción potencial de 61 millones de toneladas. Este crecimiento se da en paralelo a una reducción interanual del 7% en el área de soja, que bajaría a 16,4 millones de hectáreas. También se espera una fuerte expansión del girasol, que alcanzaría 2,5 millones de hectáreas. Por el lado de la fina, el trigo, con 6,9 millones de hectáreas, se ubicaría entre los tres mayores registros del último cuarto de siglo.



