Luego de las subas registradas en las últimas semanas, los valores comenzaron a encontrar un techo ante la reacción del consumo.Con un importante ingreso de hacienda (43% más que la semana pasada), la demanda se mostró mucho más selectiva. En las primeras dos jornadas, categorías de novillitos y vaquillonas, retrocedían entre $50 y $100 respecto de los máximos alcanzados el viernes previo. Durante la última jornada, la firmeza se vio a fuerza de calidad de lo ofrecido llegando costosamente a igualar los cierres de la semana previa. En novillos, la tónica de la plaza resultó más firme dada la escasez de animales pesados de buena calidad y terminación que busca la demanda para atender los requerimientos de exportación. En este contexto, el INML cerraba el viernes en $1.750,8 ligeramente superior a la referencia del viernes previo.
Distinto es el caso de las vacas, donde la industria comienza a trasladar los magros valores que está pagando China por esta categoría lo que converge, a su vez, con un importante nivel de ofrecimientos. Al cierre de la semana, los valores corrientes para la conserva inferior se ubicaban en el rango de los $800 a $900 el kilo, marcando quebrantos de hasta $200 semanales, que terminó arrastrando tanto a la manufactura que se posición entre los $1.100 y $1.200 como a la vaca gorda que ajustó sus máximos corrientes a $1.350 contra los $1.400 pagados una semana atrás.
En consecuencia, con más de un 40% de vacas integrando la oferta semanal (contra 30% de la semana previa), el Índice General del mercado (IGMAG) ajustaba su promedio a $1.412,33, reflejando un retroceso de casi 7 puntos porcentuales.