En concreto, durante el mes de julio se reportaron ventas a China por un total de 44.842 toneladas peso producto, lo que representa una caída del 7 % respecto del volumen registrado en junio. Una tendencia que podría volver a agudizarse en agosto, tal como se especulaba, a raíz de la disrupción comercial causada por los aranceles adicionales impuestos por Estados Unidos y la reacción comercial esperable de uno de los países más afectados: Brasil.
En este sentido, si bien julio puede considerarse un mes de quiebre o transición en relación con la modificación arancelaria, lo cierto es que los embarques de carne vacuna desde Brasil hacia China reflejan un salto del 18 % en volumen entre junio y julio. Este aumento se suma a un primer semestre de elevada actividad comercial con China, en el que se superó en un 15 % el volumen embarcado en 2024, alcanzando las 790 mil toneladas.
Cabe recordar que, a partir de agosto, Brasil enfrenta un arancel final del 76,4 % para ingresar al mercado norteamericano, lo que lo obliga a redireccionar sus flujos hacia otros destinos, generando un movimiento comercial sumamente significativo para el mercado de carnes.
En este contexto, China se presenta como el principal mercado al que Brasil intentará canalizar la mayor parte de sus excedentes, más allá de otros destinos asiáticos como Vietnam, Filipinas e Indonesia, donde en los últimos meses ha consolidado importantes avances en el desarrollo de nuevas estrategias de acceso a mercado.
Sin embargo, en el caso particular de China —donde nuestro país mantiene una alta exposición comercial, dada la participación que representa sobre el total exportado—, el posicionamiento de Brasil frente a este nuevo escenario arancelario no es un dato menor.
En efecto, si analizamos los datos preliminares de agosto, basados en las certificaciones de exportación emitidas por el SENASA hacia este destino, ya puede anticiparse una nueva retracción en los volúmenes potencialmente exportables.
Por otra parte, otro indicador a seguir de cerca es el crecimiento que se viene registrando en los stocks de carne vacuna importada en almacenes chinos. Este dato puede monitorearse mensualmente a través de un índice base 100, elaborado por la consultora especializada OIG+X, el cual da cuenta de un aumento de aproximadamente 10 puntos básicos en lo que va del año, alcanzando el 85 %.
Esta tendencia podría estar reflejando no solo un mayor ingreso de mercadería importada -especialmente en los dos últimos meses reportados, junio y julio-, sino también cierta dificultad del mercado local para digerir dichos inventarios.
Recordemos que, durante el trimestre septiembre-noviembre, suelen registrarse los momentos de mayor actividad comercial con este destino, por lo que el desempeño que se logre alcanzar en este período será determinante para equilibrar el balance final del año.
Hasta el mes de julio, las exportaciones de carne vacuna hacia todos los destinos sumaron 376.245 toneladas peso producto, unas 54.500 toneladas menos que las registradas en igual período del año pasado. Compensar esta caída y, a su vez, alcanzar a fin de año el total exportado en todo 2024 —769 mil toneladas— implicaría incrementar el actual ritmo de embarques en un 25 % durante los meses restantes, algo que, a priori, resulta ciertamente ambicioso frente al nuevo ritmo de juego que comienza a configurarse en el mercado.