El cultivo y cosecha de yerba mate con prácticas amigables con el ambiente despierta cada vez más interés, tanto por su condición de producción sustentable como por ofrecer soluciones reales al cambio climático, mitigando los efectos del calor extremo, de las fuertes lluvias y de las sequías prolongadas.El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) promueve estás prácticas en los yerbales a través del equipo técnico del Servicio de Extensión Yerbatero (SEY), en Misiones y Corrientes.
