Adriana Godoy, la ingeniera agrónoma nacida en cuna de artistas que eligió al campo como su musa
Desde hace 20 años trabaja en el INTA de Salta. A los 12 años ya tenía claro que iba a ser ingeniera agrónoma, a pesar de que en su hogar todo era arte. Desde hace dos años es jurado del Premio Ternium a la Innovación Agroindustrial.
En la localidad de Vaqueros, a 15 kilómetros de la capital salteña, vive Adriana Godoy, ingeniera agrónoma de 46 años de edad, especializada en mecanización agrícola, que forma parte del equipo técnico del Tecnódromo en Expoagro, y es jurado del Premio Ternium Expoagro a la Innovación Agroindustrial.

Desde muy chica descubrió que su destino estaba ligado al campo, a pesar de que en su casa sólo se respiraba arte. Según relata, su llegada a la actividad rural tuvo un par de saltos generacionales: “Mis bisabuelos estuvieron muy vinculados con el campo, pero luego ese vínculo se cortó. Mi bisabuelo materno era productor hace muchos años, pero por cuestiones de la vida eso se perdió. Mientras tanto, mi bisabuela paterna, del Paraguay, siempre tuvo relación y vivía en el campo, y entonces, seguramente, mi lazo viene por ahí”.
De hecho, su intención era cursar el secundario en algún colegio agrotécnico, pero cuestiones familiares y organizativas se lo impidieron, “igual yo ya sabía que me iba a dedicar al campo, que algo relacionado con esto tenía que estudiar. A los 12 años yo ya sabía que iba a ser ingeniera agrónoma, porque me atraía muchísimo ese ámbito de trabajo, y de hecho hace ya 20 años que estoy trabajando en el INTA de Salta”.
Adriana también es docente universitaria desde hace tres años, y esta vertiente pedagógica, asegura, se la debe a sus padres, ambos docentes vinculados al área artística.
Adriana es madre de tres hijos, y según afirma “este fue un año muy especial, porque los tres egresaron en sus diferentes niveles: la más grande en el secundario y los más chicos de la primaria”.
Y como la vida no sólo es trabajo y vida familiar, Godoy también se las ingenia para alimentar algunos hobbies, como la lectura y la música, como intérprete del arpa.
La educación es todo
Desde el punto de vista educativo, reconoció que “las escuelas agrotécnicas son un punto que necesitamos trabajar, afianzar y apuntalar. Desde mi rol en INTA, en los últimos cinco años, estuve coordinando una plataforma de innovación territorial, y comprendí la importancia de que los chicos tengan curriculas distintas, que estén involucrados con el medio. Los chicos tienen mucha motivación para estar y trabajar en el campo, porque ellos incorporan la tecnología de una manera más acelerada. Están familiarizados con todo lo nuevo, con lo digital y por eso es súper necesario trabajar con ellos”.
Nuevas tecnologías, Inteligencia Artificial, digitalización, trabajo interdisciplinario, son ejes en los que Godoy considera que habría que hacer foco para potenciar este tipo de enseñanza.
Innovación permanente
En el mundo de la maquinaria agrícola, con la incorporación de las nuevas tecnologías, uno de los puntos débiles es la obtención de mano de obra capacitada: “La tecnología crece a nivel exponencial, a un ritmo muy acelerado, y no llegamos a asimilar los conocimientos para poder estar al frente de esa tecnología. Esto lo vemos los profesionales que trabajamos desde organismos como el INTA, pero además es una demanda que los operarios nos transmiten en todos los tipos de producciones. Tenemos una gran demanda de capacitación para los operarios de maquinaria agrícola y todas las tecnologías que van entrando al campo y llegaron para quedarse”.
En este punto, consideró vital “comenzar a trabajar en forma articulada entre el sector público y el privado, haciendo actividades que apuntalen estos avances. En ese camino estamos, capacitando operarios desde hace unos diez años, y la idea es que también se involucren los organismos de educación, y no sólo las universidades, sino también los colegios de educación media”.
La evolución tecnológica se da en distintos ámbitos del trabajo rural a través del uso de la IA, la digitalización, la automatización de la maquinaria, “todos estos aspectos están desde la siembra hasta la cosecha. Los últimos avances en siembra son increíbles y también hay muchos avances en las aplicaciones de fitosanitarios, para que sean dirigidas o selectivas. También hay un gran desarrollo en la gestión de calidad en la postcosecha, para monitorear en tiempo real la calidad de los granos que tenemos y hacer la selección”, destacó Godoy.
Para la investigadora “el avance tecnológico es transversal, está en más de uno de los eslabones de la cadena productiva, porque abarca desde la siembra hasta el control de la trazabilidad en la comercialización, en distintos tipos de cultivos, incluso en los intensivos, en la automatización de invernaderos, en riegos inteligentes. Es increíble todo lo que está ocurriendo a nivel tecnológico en el campo y cómo estas herramientas van haciendo cada vez más eficiente el trabajo, y al mismo tiempo con el sentido de cuidar el ambiente y que la producción sea sustentable”.

En este punto, puso en valor la necesidad de comprender el concepto de las AgTech, que “no es sólo la tecnología, sino también todo el conocimiento que va vinculado con ella. Esto requiere de trabajo interdisciplinario y la integración de distintas áreas del saber. Argentina tiene un rol crucial en esto porque reúne todas estas aristas y tiene mucho potencial”.
En este mar de innovaciones, Godoy es una de las investigadoras que desde el INTA se encarga de probar tecnologías, evaluarlas, hacer ensayos, medir en territorio si son apropiadas, hacer la experimentación adaptativa, y en función de toda esta tarea, “ver si podemos recomendar y establecer cuál es la mejor tecnología para cada productor y ambiente”.
Sobre su participación como jurado en el Premio Ternium Expoagro a la innovación agrícola, tarea que está cumpliendo por segundo año consecutivo, Adriana afirmó que “es una actividad muy desafiante e interesante. Además, aprendo mucho de los otros jurados, porque soy la única mujer y representante extra pampeana. Los desarrollos son muy interesantes, me llena de orgullo como argentina pensar que todo eso está pasando en nuestro país, y que hay gente permanentemente trabajando, buscando soluciones a los problemas”.
En la agenda de Godoy, y ya en plena tarea, está el armado de lo que será el Tecnódromo en Expoagro edición YPF Agro 2026, “donde tendremos el desafío de mostrar esto que viene, lo que está en nuestro país y es el futuro. Incluso muchas de estas nuevas tecnologías ya las tenemos trabajando en los campos. Por eso trabajar en el Tecnódromo es un orgullo, un desafío, con un equipo muy formado. Es un placer poder estar ahí representando al INTA”.
Por Pablo Salinas.
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