En el Departamento General López del sur santafesino, a pesar de las últimas lluvias, esta semana se inició la siembra de trigo, con un crecimiento del área a implantar. Mientras tanto están llegando a su fin las cosechas de soja y maíz.

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, un 40% de la región núcleo presenta suelos saturados y exceso hídrico. Este panorama no se condice con la situación del corazón de la pampa húmeda, en la zona de Venado Tuerto y el sur santafesino, donde la condición de los suelos es óptima o está muy cerca de serlo.

“En nuestra región, en el Departamento General López, no tenemos una situación de saturación de suelos”, señaló el titular de la Agencia de Extensión Rural (AER) Venado Tuerto, del INTA, Ing. Agr. Alberto Malmantile, y comentó que “tenemos una buena intención de siembra de trigo, con alrededor de un 10% más de área que el año pasado”.

El técnico agregó que ya se comenzaron a sembrar los cultivares de ciclo largo del cereal, aprovechando que las precipitaciones del fin de semana del 25 de mayo rondaron los 10 a 15mm en la región, lo que permitió comenzar durante esta semana con la implantación.

Malmantile también ofreció un informe sobre la situación de otros cultivares en etapa de cosecha en la región como la soja de primera y de segunda, y el maíz.

“Los cultivos de soja y maíz están casi en el final de su cosecha. El 90% de los lotes de maíz ya están cosechados, no queda casi nada”, explicó el profesional, y puntualizó que “en los lotes más cercanos a Venado Tuerto fue donde tuvimos menores rendimientos, con entre 70 y 90 quintales; en tanto que más para la zona sur de la provincia, San Eduardo, Rufino, los rindes llegaron a 100 y 120 quintales, y hacia la zona norte, La Chispa, Cafferata, también estuvimos en 100 a 120 quintales”.

En otras localidades del Departamento, como Santa Isabel, Villa Cañás, Runciman, también se lograron rendimientos que rondaron los 100 quintales “este año no fueron valores tan altos como en otras campañas en lotes que son de alto potencial de rinde, pero en los que no hubo tantas lluvias”, razonó el investigador.

En cuanto a soja de primera, los rindes fueron muy dispares según la zona. “Los rendimientos más bajos estuvieron en 38 a 39 quintales, los más generales rondaron los 45 quintales, y también tuvimos algunos lotes con picos de rendimiento de 50 a 52 quintales”, detalló Malmantile.

En el caso de la soja de segunda se obtuvieron rindes más normales para la región, con promedios de 32 a 37 quintales en la mayoría de los lotes, valores que el técnico del INTA consideró “buenos para una soja de segunda”.

Por Pablo Salinas

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