La IA, una aliada clave para diseñar antioxidantes naturales a medida y prolongar la vida útil de los alimentos

La IA, una aliada clave para diseñar antioxidantes naturales a medida y prolongar la vida útil de los alimentos

Una startup argentina desarrolla modelos de inteligencia artificial capaces de predecir el comportamiento antioxidante y diseñar mezclas sinérgicas personalizadas, brindando a productores de alimentos y fabricantes de ingredientes, soluciones para extender la vida útil de sus productos, reducir costos y disminuir el desperdicio alimentario global.

La presión por producir más alimentos con menos recursos, sumada a las complejidades logísticas y regulatorias, llevó a Sofía García Franco, Lucas Ayres y Carlos García a fundar MIGMA Antioxidantes, una startup de base biotecnológica con un objetivo claro: evitar la oxidación para extender la vida útil y reducir el desperdicio.

Después de cinco años de trabajar en el desarrollo y validación tecnológica, en diciembre de 2024 dieron vida a esta plataforma basada en modelos propios de inteligencia artificial que aprende diariamente a partir de ensayos, bases de datos y mediciones químicas reales. El desafío no era solo encontrar antioxidantes, sino entender cómo se comporta cada molécula dentro de cada alimento y qué combinaciones funcionan mejor”, explica Sofía García Franco, CEO y cofundadora y agrega: “La industria utiliza casi siempre las mismas 30 o 40 moléculas, pero existen más de 60.000 compuestos con potencial antioxidante que nunca se evalúan. Eso es lo que quisimos cambiar, utilizando IA”. Entre los antioxidantes naturales más utilizados se encuentran los tocoferoles (vitamina E), extractos de romero, ácido cítrico, ácido ascórbico y carotenoides.

Predicción, sinergia y velocidad

El corazón de la tecnología es un modelo químico-predictivo capaz de determinar qué mezcla exacta de antioxidantes naturales funciona mejor para cada matriz: aceites, grasas, cárnicos, snacks, lácteos, cosméticos o alimentos para mascotas. De allí proviene el nombre: Migma significa “mezcla” en griego.

La IA que utiliza la biotecnológica, es un modelo vivo que incorpora nuevas moléculas, matrices y condiciones a partir de cientos de ensayos acelerados. Hoy ya cuenta con más de 120 antioxidantes naturales mapeados y el número sigue creciendo. La plataforma predice la mejor combinación sinérgica para cada producto y luego la validamos a escala de laboratorio. A partir de esas validaciones, probamos las mezclas en aplicaciones reales con equipos de última generación. Luego empezamos a trabajar con la industria mediante programas piloto adaptados a las necesidades de cada empresa, detalla García Franco. Uno de los proyectos en los que actualmente se encuentran trabajando es una solución para un productor cárnico que busca frenar la oxidación y preservar color, sabor y frescura.

Para seguir entrenando nuestro modelo, Sofia explica que “realizamos de manera continua grandes volúmenes de ensayos, le sumamos cada vez más capas de complejidad: más moléculas, más matrices y más condiciones reales de uso. Contamos con una base de datos extensa y robusta, y la inteligencia artificial nos permite encontrar las mejores mezclas de forma mucho más rápida”.

Mejorar la cadena de valor

Con una visión que integra ciencia, tecnología e industria hacia un futuro más sostenible, la empresa ofrece soluciones en dos frentes: Por un lado, para los productores de alimentos, formula mezclas óptimas para cada producto, recomienda proveedores y moléculas disponibles, contribuyendo así a reducir pérdidas económicas vinculadas a vidas útiles acotadas.

Por otro lado, para las empresas de ingredientes, caracteriza moléculas, evalúa el poder antioxidante comparativo y diseña blends sinérgicos de mayor rendimiento. Esto les permite conocer cómo se posiciona cada antioxidante respecto de otros, cómo combinarlos para obtener mejores resultados y cómo optimizar lo existente con menores costos asociados.

De este modo, detalla García Franco: “Llevamos las reacciones químicas a un lenguaje que las computadoras pueden interpretar. Entrenamos el modelo con datos reales de laboratorio y ofrecemos desarrollos internos que aceleran notablemente los ciclos de I+D”, El resultado es que la resolución de procesos, que antes llevaban entre 12 y 24 meses, ahora puede lograrse en unas pocas semanas.

Una solución con propósito sostenible

La oxidación es un proceso natural que ocurre cuando algunos productos están expuestos al oxígeno. En el caso de los alimentos, su principal consecuencia es la pérdida de frescura, color y sabor, con la disminución del valor nutricional, generando un importante impacto económico y ambiental. En este sentido, García Franco aporta que “entre el 20% y el 30% de los alimentos producidos terminan en la basura por problemas de vida útil, y se pierden más de 150 millones de toneladas al año solo por oxidación, lo que equivale a unas 80 millones de toneladas de dióxido de carbono”. Con mezclas diseñadas a medida, los emprendedores ya lograron extender la vida útil entre un 40% y un 50%, reduciendo tanto el desperdicio como la huella ambiental.

Si bien el principal objetivo de esta startup es extender la vida útil y reducir el desperdicio para generar un impacto positivo en el consumidor final, las empresas y el medio ambiente, también dan respuesta a otros requerimientos de sus clientes como reducir costos, mejorar la matriz o el producto final, ingresar a mercados internacionales o cumplir con exigencias regulatorias. 

Un equipo ganador

El crecimiento acelerado de la startup se explica por la trayectoria y complementariedad de su equipo. Carlos García aporta más de dos décadas de experiencia en química analítica y antioxidantes; Lucas Ayres es químico especializado en inteligencia artificial; y Sofía García Franco lidera la estrategia global y comercial. Mientras Lucas y Carlos operan desde el laboratorio ubicado en Estados Unidos, García Franco coordina la expansión desde Argentina. La combinación de ciencia profunda, tecnología de frontera y visión de negocios es uno de los pilares del proyecto.

La tecnología innovadora, sumada a un enfoque global desde sus primeros meses de vida, les permitió obtener en 2025 dos reconocimientos internacionales: fueron distinguidos como “Startup más innovadora” en Expo AgroFuturo (Colombia) y como “Startup más sostenible” en los ftalks Startup Awards (España). Además, ya fueron seleccionados como finalistas para participar el próximo mes de diciembre, en uno de los eventos más importantes de innovación en alimentos en Francia.

Actualmente, la empresa se encuentra cerrando sus primeros contratos comerciales en Estados Unidos y Latinoamérica, cuenta con cuatro pilotos industriales activos y mantiene conversaciones con más de 30 compañías. Si bien su principal mercado es la industria alimentaria, también trabajan con los sectores de nutrición animal, cosmética y lubricantes.

Mirando hacia adelante

Con la expectativa de un mercado de antioxidantes, que al igual que el de suplementos y nutracéuticos, se encuentra en constante crecimiento, los emprendedores planean expandir sus soluciones también a conservantes y estabilizantes para convertirse, así, en “la plataforma de diseño de ingredientes funcionales que permita proteger y maximizar los ingredientes”, cumpliendo su objetivo de aportar a la realidad de un futuro más sostenible. 

Por Paola Papaleo

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