Rinde, calidad y sanidad: cualidades que colocan en el podio al nuevo arroz santafesino Timbó SF

Rinde, calidad y sanidad: cualidades que colocan en el podio al nuevo arroz santafesino Timbó SF

Esta variedad fue lanzada a finales del año pasado y ya está en el mercado con certificación del INASE. Alto rendimiento, buena calidad y buena sanidad son sus cartas de presentación.

San Javier es una de las ciudades más antiguas de la provincia de Santa Fe. Su fundación data de 1743. Sin embargo, la innovación productiva forma parte de su esencia. Prueba de ello es que, en el Campo de Mejoramiento Genético que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo provincial, se desarrolló una nueva variedad de arroz llamada Timbó SF, la cuarta de su generación.

A fines de noviembre del año pasado el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, rubricó la documentación que luego fue presentada ante el Instituto Nacional de Semillas (INASE) para inscribir la nueva variedad de arroz tipo largo fino “Timbó SF”.

El nombre hace referencia a un árbol autóctono de la zona de San Javier, en tanto que SF es la sigla de la provincia que la cobija.

Se trata de una variedad de ciclo intermedio, adaptada a las condiciones de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Formosa y Chaco, con excelente vigor inicial, macolladora, resistente al vuelco y alto potencial de rendimiento.

Este material fue probado en ocho zonas arroceras del país, y ha demostrado una superioridad, o al menos está en el podio de los rendimientos, de las principales variedades que se siembran a nivel nacional”, señaló el líder del equipo creador de la variedad, Ing. Agr. Rodolfo Vicino.

Este material fue presentado por el gobierno santafesino en noviembre del año pasado, y se caracteriza por “su alto rendimiento, buena calidad y buena sanidad, que es el pilar básico para todos los granos”, apuntó el técnico.

A finales del año pasado Timbó SF fue lanzado al mercado e inscripto en el INASE (Instituto Nacional de Semillas), y se espera que tenga “muy buena aceptación de parte de los productores y de los molinos arroceros, que en gran parte están ubicados en la costa santafesina, y al ver las muestras dijeron estar muy satisfechos por la calidad inicial, con buen rendimiento de granos enteros, lo que redunda en un buen factor final del grano, que es lo que beneficia al productor, porque es bonificado”.

Vicino detalló que el cruzamiento inicial para lograr esta variedad comenzó en 2015, se fue pasando por todo un proceso de selección de las mejores plantas, hasta llegar a la etapa F4 donde se realizó la selección individual que llegaron hasta F8 o F9, “donde la estabilidad genética es evidente, y luego se pasó a ensayos comparativos de rendimiento y pruebas de calidad. Al material que sigue demostrando una aptitud sobresaliente respecto a los testigos más usados del área arrocera, se lo pasa a multiplicar a campos de productores, donde continúan las evaluaciones, y se llega a la etapa final de inscripción”.

Para llegar a este desarrollo se partió de la visión que las variedades que se sembraban en el área arrocera tenían varias cuestiones que mejorar, especialmente en el ciclo, por eso se apuntó a acortar el ciclo en unos cuatro a cinco días, y por otra parte se mejoró la sanidad mediante el cruzamiento con variedades resistentes a piricularia, que es el principal patógeno a nivel mundial que afecta al cultivo de arroz.

Este material cuenta con la aprobación oficial del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), “lo hemos probado en las cinco provincias arroceras y demostró una superioridad evidente sobre los testigos. En tres años consecutivos la variedad estuvo en el podio en calidad, sanidad y rendimiento, con lo cual es un cultivar sobresaliente”, afirmó el investigador.

Granos enteros

A nivel industrial Timbó SF tuvo una inmediata aceptación porque “tiene una gran cantidad de granos enteros, que son los que conservan la fisonomía del grano, el formato intacto. Este material tiene alrededor del 65 al 70% de granos enteros, que es un valor muy alto, porque por encima del 56% se bonifica al productor”.

También es sobresaliente el comportamiento de este arroz en lo que se conoce como “la panza blanca” (disposición de los gránulos de almidón compacta y uniforme).

Además, el técnico aseguró que en la cocción este arroz “responde a una calidad culinaria que se adecúa al requerimiento del mercado internacional. Un arroz seco y suelto, que no se pega, lo que lo hace apto para comidas frías y calientes”, graficó.

Entrando en términos más generales sobre las condiciones necesarias para el cultivo del arroz, cualquiera sea su variedad, Vicino puntualizó que “el arroz necesita una lámina permanente y volúmenes de agua importantes por 90 a 100 días. Se necesitan alrededor de 1500mm de agua por cada kilo de arroz producido, o sea que para obtener un promedio de 7 mil kilos necesitamos 10,5 millones de litros de agua por hectárea”.

Como dato extra el investigador precisó que el área arrocera santafesina abarca en la actualidad alrededor de 30 mil hectáreas, pero en su mejor momento llegó a las 50 mil hectáreas, superficie que se podría recuperar si se ejecutan obras de infraestructura, para aprovechar el un buen momento del mercado arrocero, con buenos precios y una alta demanda internacional en mercados muy exigentes como el brasilero, el asiático y Medio Oriente.

Por Pablo Salinas 

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