Silobolsa inteligente, un desarrollo argentino que revoluciona el agro a nivel mundial

Silobolsa inteligente, un desarrollo argentino que revoluciona el agro a nivel mundial

Una empresa nacional revoluciona el uso de este sistema de almacenamiento creado en el país hace 30 años, al incorporar nano sensores que permiten monitorear el estado de los granos en tiempo real.

Hace tres décadas, el silobolsa fue un invento argentino que revolucionó la manera de almacenar y conservar granos en el campo. Aquella innovación permitió transformar la gestión de la postcosecha y se convirtió en una herramienta que trascendió fronteras. Hoy, cuando parecía que ya todo estaba dicho, se abre un nuevo capítulo en esta historia con la creación del primer silobolsa inteligente, el SmartSilobag, un avance tecnológico que marca un hito y redefine el futuro del almacenamiento agrícola.

El novedoso sistema cuenta con nano sensores incorporados de fábrica que permiten monitorear los granos en tiempo real y detectar e incluso prevenir algún deterioro que pueda surgir durante su conservación. 

Un paso hacia el futuro

Este importante avance es el resultado de más de dos años de investigación conjunta entre las empresas IPESA y Wiagro. “Este desarrollo que estamos incorporando a la bolsa está sustentado en investigaciones que se hicieron hace unos 15 años junto con el INTA, en donde se determinó que a partir de la medición de dióxido de carbono dentro de la bolsa se podía obtener cualquier indicador de alteración  dentro de los granos” explica el Ing. Agrónomo Pablo Seniow, Técnico Comercial en IPESA. Hasta el momento, esos indicadores se obtenían a partir del calado pero este procedimiento no es efectivo debido a que solo se realiza en base a una pequeña muestra. “En cambio el gas es un indicador representativo porque habla de toda la atmosfera de la bolsa”, afirma. 

A partir de ese conocimiento, los especialistas trabajaron en la incorporación de tecnología dentro de la propia bolsa, lo cual permite obtener una medición continua, que puede repetirse tres o cuatro veces por día, reportando los resultados vía satélite para dar una alarma a través de una app en el celular del productor en caso de detectar alguna anomalía. “Cada bolsa es escaneada, se la identifica y geoposiciona, así a partir de la vinculación con el teléfono se activa un sistema de alerta en función de las variaciones detectadas”, explica Seniow. 

En esta primera etapa los sensores instalados en la SmartSilobag están programados para detectar dióxido de carbono, humedad y temperatura. Además de identificar algún deterioro en la conservación de los granos, este sistema puede alertar en caso de una eventual rotura o intencionalidad de vandalismo. “La bolsa cuenta con un sensor cada 10 metros aproximadamente, lo cual nos da una lectura de todo su largo. Las alertas pueden ser por toda la bolsa o por un sector en el que se encuentre el deterioro o la variación”, aclara el técnico de IPESA y destaca que al ser información que se transmite satelitalmente, “no se necesita tener conectividad en el campo”.

Un invento argentino

El sistema de embolsado de granos, tal como lo conocemos actualmente, es un desarrollo íntegramente argentino que surge hace 30 años cuando el ingeniero agrónomo Cristiano Casini y técnicos del INTA adaptaron la tecnología alemana, que había inventado una máquina para almacenar forrajes en grandes bolsas horizontales, para el almacenamiento de granos secos. El trabajo se concretó en la práctica al firmarse un acuerdo con las tres empresas fabricantes de bolsas plásticas de aquellos tiempos, entre las cuales estaba IPESA que desarrolló el producto junto a Martínez y Stanek, bajo la supervisión de los técnicos de INTA. 

La flexibilidad, adaptabilidad y el bajo costo de este descubrimiento, posibilitó que se ampliara la capacidad de almacenaje en el campo y se brindara una solución a diversos tipos de problemas. “No solo se resolvió el problema de la falta de capacidad sino que en algunos casos permitió hacer productivas tierras que eran inviables por falta de infraestructura, en zonas marginales donde no se desarrollaba el sistema de almacenaje porque no había una seguridad de producción”, recuerda Seniow. 

La posibilidad de producir y almacenar los granos en el mismo lote donde se generó la producción, rápidamente provocó que este nuevo sistema creciera como un instrumento que actualmente permite almacenar el 50% de los granos que se producen en el país

Además, Argentina es el principal productor de silobolsa del mundo y un referente a nivel mundial, exportando a más de 40 países un sistema integrado que incluye además de la bolsa, otros productos como embolsadora, tolva, selladora, sistema de medición y el valor agregado del conocimiento sustentado por el aval del INTA.

Un paso más hacia la innovación 

Si bien durante todos estos años se modificaron las dimensiones de la bolsa, aumentando el largo y su diámetro para mejorar el tiempo operativo de almacenaje y hacer más eficiente la superficie ocupada sobre el terreno, “a la bolsa le estaba faltando un paso evolutivo”, asegura el Técnico Comercial de IPESA. “Hasta ahora el sistema permitió almacenar y garantizar la conservación de los granos en las mismas condiciones en las cuales se cosecha pero, con esta nueva nano tecnología, podemos monitorear en forma constante y continua, disminuyendo cualquier riesgo o deterioro asociado a algún imprevisto que se genere en el embolsado”, destaca y concluye: “El sistema de silobolsa está implementado y difundido a nivel mundial, con lo cual me enorgullece ser parte de algo que generó una transformación en el agro y ahora la SmarSilotbag es otro paso en la evolución”. 

Por Paola Papaleo

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