Agricultura
14/05/25
Un productor japonés llevará al próximo Congreso Aapresid, la experiencia en siembra directa en arroz

Frente a una agricultura que atraviesa cambios fuertes en Japón, Shuichi Tokumoto, quién busca posicionar la directa en su país, será parte del XXXIII Congreso para introducir lo último en el cultivo de arroz a través del uso de las diversas tecnologías.
Frente a una agricultura que atraviesa cambios fuertes en Japón, Shuichi Tokumoto, quién busca sumar la Siembra Directa (SD) a su paquete y posicionarla en su país, será parte del XXXIII Congreso Aapresid con la fuerza de Expoagro que se realizará el 6,7 y 8 de agosto en La Rural.
Este productor japonés que preside la Japan Biotech Crops Network y la empresa Trees and Norf, dedicada a la producción agrícola de arroz, porotos y maíz en Tottori, Japón, después de aprender sobre la tecnología de SD en Argentina, Brasil, Uruguay y Estados Unidos decidió incorporarla al cultivo de arroz en su país. “Aprendí mucho de referentes de todo el mundo que también participan de redes de productores como la Global Farmer Network”, explica Shuichi y agrega: “Una de las grandes limitaciones al inicio fue que en Japón no había maquinaria para siembra directa, por lo que trabajamos con algunos fabricantes para mejorar las existentes”.
Con el tiempo, este productor fue perfeccionando la técnica que hoy se basa en una siembra directa del arroz sobre residuos de cultivos de cobertura y la una fertilización mediante drones. “Es importante tener en cuenta que crear un ambiente apropiado lleva su tiempo, alrededor de tres años”, advierte.
¿Cuál es el contexto en Japón?
Japón tiene una alta densidad de población y una limitada disponibilidad de tierras cultivables, ya que aproximadamente el 85% de su territorio está cubierto por montañas, lo que restringe significativamente la actividad agrícola. En este sentido, el país sólo puede producir el 40% de los alimentos que la población necesita, sumado a que su agricultura viene experimentando fuertes cambios, como la incesante caída en el número de trabajadores y el aumento en su edad que promedia los 67 años.
Un rápido aumento en el tamaño de los establecimientos (de 1-2 has a entre 100 y 200) y el traspaso de su gestión en manos de “empresas agropecuarias”, que hoy acceden a la tierra a través del alquiler y a su alta capacidad gestión, innovación, diversificación y formación, es otro factor de contexto en comparación con los pequeños agricultores familiares.
De esta manera, con el fin de ahorrar mano de obra e insumos, reducir costos y aumentar los rendimientos, el Gobierno japonés promueve la fórmula Investigación+Desarrollo (I+D) y la aplicación de tecnologías, con una estrategia firme apuntada a «construir el sistema agrícola inteligente de primer nivel mundial» a través de la integración de industrias, la IA, la automatización y la actualización.
Desde cosechadoras inteligentes y sensores de arrozales, recopilación de imágenes para diagnosticar estado nutricional y crecimiento del arroz, y proporcionar orientación técnica a los agricultores; el desarrollo de sistemas de información meteorológica en unidades de metro cuadrado para brindar apoyo técnico a los agricultores en la predicción de plagas y eventos climáticos extremos. Un artículo del Journal of Science of Food and Agriculture de 2022 revela que solo las aplicaciones de fitosanitarios con drones y la automatización de los sistemas de riego pueden reducir en más del 80% las horas de trabajo requeridas por los agricultores.

Cultivo de arroz sin labranza. Gentileza Shuichi Tokumoto.
Cultivo de arroz:
De la escasa área cultivable de Japón, la gran mayoría se dedica al arroz, un alimento que si bien ha visto reducido su consumo en los últimos años, sigue siendo parte esencial de la dieta japonesa con un consumo per cápita de casi 60 kg/año.
Su siembra continua, sin diversificación con otros cultivos y el uso intensivo de labranza, pueden llevar a serias infestaciones de malezas y procesos de erosión y degradación del suelo, sobre todo en terrenos con pendiente. Además, al exponer a los suelos a largos periodos de “inundación” durante la época de riego, favorece la salinización y afecta la disponibilidad de oxígeno, perjudicando la actividad biológica del suelo y la generación de la materia orgánica.
Bajo este contexto, el “fanatismo” de Tokumoto por la directa lo llevó a componer “Las granjas sin labranza son el futuro” disponible en YouTube.
“Labrar la tierra alguna vez fue de sentido común en la agricultura. Sin embargo, arar tiene aspectos negativos, como la evaporación de la humedad del suelo, provocar tormentas de arena y destruir el hábitat de los microorganismos, además se ser una carga de trabajo extra para los agricultores”, sintetiza sobre la técnica el productor.
A su vez agrega: “La siembra directa es una técnica que puede proteger el medioambiente y aumentar la productividad. Desde que estuve en Argentina conociendo sobre esta tecnología pienso que los productores japoneses tienen que escuchar sobre ella”.
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