Agricultura Regenerativa

20/08/25

Soja en el NEA: información que rinde

Elegir la variedad correcta puede significar un 50% más de rinde en determinados ambientes. Desde la Red de Soja NEA detallan la importancia de la información para tomar decisiones y adelantan resultados de su informe anual.

En un contexto donde las decisiones agronómicas deben ajustarse con precisión quirúrgica, contar con datos confiables y específicos para cada región se vuelve clave. Con ese objetivo nace y se consolida la Red de Soja NEA de Aapresid y su Informe técnico anual que recopila resultados de ensayos en la región sobre el comportamiento de las variedades más sembradas por los productores.

El Ing. Agr. Gerardo Quintana, especialista de INTA y Coordinador técnico de la Red, destaca que, en una zona tan desafiante como promisoria, es clave acercar a los productores información útil para tomar mejores decisiones. “El NEA tiene un potencial productivo muy alto, pero también una gran variabilidad climática que eleva el riesgo”, resume.

FECHA DE SIEMBRA

Uno de los hallazgos más relevantes de la Red es el rol central que tiene la fecha de siembra en la expresión del rendimiento. “Encontramos que el período entre el 10 y el 15 de diciembre permite alcanzar los máximos potenciales en nuestra zona, superando los 5.000 kilos por hectárea. A medida que se retrasa la siembra, el rendimiento cae, y eso se agrava después de enero”, detalla.

GRUPO DE MADUREZ

Elegir el grupo de madurez adecuado es otro punto clave. “Los grupos VII han mostrado gran respuesta en fechas tempranas, mientras que los grupos VII largos y VIII muestran buena estabilidad cuando la siembra se retrasa”, agrega.

Además, Quintana destaca la importancia de ajustar la elección varietal al ambiente específico, algo que puede marcar diferencias sustanciales. “En lotes de baja productividad (por debajo de 2700 kg/ha) elegir una variedad adaptada puede significar rendir un 50% más. En ambientes de alta productividad (por encima de los 3.500 kg/ha), esa diferencia baja, pero sigue siendo relevante, del orden del 10%”, señala el ingeniero agrónomo.

GENÉTICA QUE COMPENSA

Otra cualidad que emerge del trabajo de la red es la observación de la capacidad de ciertas variedades de compensar rendimiento en condiciones adversas, como olas de calor o falta de agua. ¿La clave? Una arquitectura de planta que favorece la ramificación y la fijación de vainas en ramas secundarias, lo que amortigua el impacto del estrés climático.

“La región ha atravesado campañas muy difíciles, con picos de temperatura en febrero-marzo y largos períodos de sequía. Aún así, algunas variedades mostraron buena plasticidad.”, afirma Quintana.

TECNOLOGÍA Y SANIDAD

A la hora de elegir, no todo pasa por el rendimiento. También pesan cuestiones como la resistencia al vuelco o la dehiscencia, que son aspectos críticos si la cosecha se retrasa. Y el avance de los eventos tecnológicos, como Enlist o Intacta, ofrece herramientas adicionales para el manejo de insectos y malezas, aunque con matices según la provincia, por las restricciones de uso de productos como el 2,4-D.

“Es clave entender la realidad del lote, la disponibilidad de agua, el antecesor y la materia orgánica. Sólo así se puede elegir la variedad más adecuada para cada situación”, aconseja.

Con una mirada regional, la Revista de la Red de Soja NEA se posiciona como una herramienta estratégica para productores, asesores y técnicos que buscan hacer de la soja un cultivo más rentable y sustentable en el noroeste argentino.

Compartir