Lo que pasa en el campo

06/10/25

La conservación eficiente del girasol en silo bolsa: claves para el éxito

La cosecha de girasol durante la campaña 2024/2025 marcó un volumen récord de 4,7 millones de toneladas. Se estima que al menos un 30% de dicho volumen se almacena en silo bolsas, lo cual representa más de un millón de toneladas almacenadas en este sistema.

El uso correcto de la tecnología de silo bolsa permite evitar ineficiencias en la cadena de valor de dicha oleaginosa. Las recomendaciones para una conservación eficiente de girasol en silo bolsa combinan el respeto a las consideraciones básicas sobre el uso de la bolsa, sin descuidar las particularidades del almacenaje de una oleaginosa con parámetros de calidad muy sensibles al deterioro temprano.

Desafíos específicos del almacenamiento de girasol

El girasol requiere un manejo postcosecha específico debido a su composición y comportamiento durante el almacenamiento. Su alto contenido de aceite (más del 50%) lo hace particularmente vulnerable al enranciamiento oxidativo, un proceso que se acelera en presencia de humedad y temperatura elevadas. Aunque la acidificación de la materia grasa progresa lentamente en grano seco, incluso una leve humedad puede disparar un deterioro acelerado.

A esto se suma un nivel de impurezas superior al de otros granos (5% en promedio, Cámara Arbitral de Rosario), que tienden a concentrarse durante el almacenamiento, generando microambientes propensos al deterioro. Además, su naturaleza higroscópica le permite intercambiar humedad con el ambiente más fácilmente que otros granos, lo que complica su conservación en condiciones variables.

Estas características hacen que el concepto de “humedad de almacenamiento seguro” sea especialmente relevante. Este se define como el contenido de humedad del grano que mantiene la humedad relativa intergranaria por debajo del 67%, umbral crítico para evitar el desarrollo fúngico. En el caso del girasol, su elevada proporción de aceite reduce la capacidad del grano para retener agua en equilibrio con el aire intergranario, lo que deriva en una humedad segura de almacenamiento significativamente más baja que en cereales: alrededor del 8% a 25 °C. Este valor contrasta con la base comercial del 11% y la tolerancia del 14% establecidas por las normas argentinas, generando un desfasaje que representa un riesgo real de deterioro.

El sistema de silo bolsa como sistema de almacenamiento

El sistema de silo bolsa ha transformado la logística postcosecha en Argentina y actualmente se implementa en más de cincuenta países. Su difusión se debe principalmente a su bajo costo de implementación y a la flexibilidad que ofrece, permitiendo almacenar incluso en el mismo lote de producción y ajustando la capacidad de acopio según las necesidades de cada campaña.

El principio fundamental de este sistema se basa en la modificación del ambiente intergranario por el consumo de oxígeno y la generación de dióxido de carbono, debido a la respiración de los componentes bióticos del granel (granos, hongos, insectos). Esta modificación atmosférica, cuando se mantiene la hermeticidad, reduce la actividad y desarrollo de microorganismos e insectos, facilitando la conservación del grano.

Particularidades del manejo de girasol en silo bolsa

La capacidad de almacenaje de un silo bolsa con girasol se reduce aproximadamente un 40% respecto a cereales. Un silo bolsa estándar (9 pies de diámetro y 60 metros de largo) puede almacenar entre 120-140 toneladas de girasol (2-2,4 toneladas por metro lineal), mientras que el mismo envase almacenaría unas 180 toneladas de soja o maíz, y 210-220 toneladas de trigo.

Dado su bajo peso específico, el grano de girasol genera un estiramiento mínimo del silo bolsa tras el embolsado, lo que contribuye a una forma más globosa o semicircular. Esta morfología también se ve influida por las condiciones de almacenamiento típicas del otoño, cuando las temperaturas moderadas limitan el asentamiento del grano dentro de la bolsa, a diferencia de lo que ocurre con granos más pesados como el trigo, que suelen embolsarse en verano y presentan una mayor compactación.

Al igual que en otros sistemas de almacenamiento, los factores que condicionan la actividad biológica (principalmente microorganismos) en orden de importancia, son: humedad (factor primario), temperatura (regulador de la velocidad de desarrollo cuando la humedad es favorable) y disponibilidad de oxígeno, que en condiciones de hermeticidad puede convertirse en factor limitante).

Entonces, la hermeticidad del silo bolsa permite reducir los procesos de deterioro respecto a otros sistemas, aunque no elimina completamente el deterioro de parámetros sensibles como la viabilidad (capacidad de germinar) y la acidificación de la materia grasa cuando el grano se almacena por encima de la humedad segura. Otros parámetros de calidad comercial, como el contenido de aceite son relativamente más estables, afectándose cuando el deterioro está más avanzado.

Otro aspecto que favorece relativamente la conservación del grano, sobre todo en zonas productivas del sur de la región pampeana, es la baja temperatura del grano durante los primeros meses de almacenaje. Esto ocurre porque el grano en el silo bolsa está muy influenciado por la temperatura ambiente. Por lo tanto, es normal que el girasol embolsado en otoño reduzca gradualmente su temperatura con la llegada del invierno, alcanzando valores inferiores a los 15ºC. Bajo estas condiciones, los procesos biológicos de deterioro se reducen, aunque no se inhiben. En otras regiones donde la temperatura ambiente es mayor (por ejemplo, Noroeste de Argentina) este efecto benéfico no existe y por lo tanto, el manejo de la humedad debe ser más ajustado aún.

La higroscopicidad del girasol favorece la estratificación de humedad dentro del silo bolsa, sobre todo cuando la humedad del grano no es baja. Al haber humedad en el ambiente intergrananio, esta se mueve debido a los diferenciales de temperatura (influenciados por la temperatura ambiente y la radiación solar), que causan migración de humedad desde zonas más cálidas (centro del silo bolsa) a más frías (grano cercano a la periferia del silo bolsa). Las prácticas para reducir este fenómeno incluyen almacenar granos secos y minimizar los sectores donde el grano no esté en contacto con el polietileno del silo bolsa.

 Recomendaciones técnicas para el almacenamiento

Para lograr una conservación eficiente del girasol en silo bolsa, se deben considerar los siguientes aspectos técnicos:

– Humedad del grano: Es el factor primario que determina la conservación. Diferentes estudios indican que la acidez de la materia grasa se mantiene relativamente estable cuando el grano se almacena entre 8 y 9% de humedad (Gráfico).

– Selección del terreno y disposición de las bolsas: Ya sea a campo, acopio o industria, es imprescindible que la disposición de las bolsas sea en sitios o playones predefinidos y con una adecuación previa. Esto nos garantizará que los silo bolsas logren y mantengan una buena hermeticidad y que no se produzcan situaciones de anegamiento o encharcamiento, independientemente de las condiciones climáticas. El sitio de emplazamiento debe ser elevado, con leve pendiente, alejado de árboles y libre de elementos que puedan perforar la bolsa. Es conveniente que las bolsas estén al menos a 30 metros de distancia de posibles sitios de refugio de peludos o ratas. Las bolsas deberán estar agrupadas de a pares (o a lo sumo de a 3), con un espaciamiento de 1 metro entre las mismas y calles de al menos 6 metros entre grupos de bolsas.

– Confección adecuada: Contar con un terreno firme y limpio facilitará lograr una bolsa uniforme, sin sectores con depresiones. Ayudará en este aspecto un correcto ajuste de la bolsa en la cámara de la embolsadora, por medio de zunchos elásticos y una separación no mayor a dos dedos entre la bandeja inferior y la cámara o túnel de la embolsadora. Se recomienda utilizar «mangas» en las bocas de descarga de la tolva para reducir la distancia de recorrido del grano, lo cual minimiza la deriva de materias extrañas, particularmente problemático cuando se embolsa girasol sucio en días ventosos.

– Tanto el cierre inicial como final de la bolsa se deberá hacer con termoselladora, lo cual permite garantizar que el silo bolsa quedó hermético. El cierre final deberá cubrirse con tierra de manera que no quede el silo bolsa flojo, con espacios de aire entre la bolsa y el grano.

– Monitoreo sistemático: La frecuencia de seguimiento debe aumentar con el nivel de riesgo (mayor humedad, temperatura ambiente elevada, baja calidad inicial). La medición de CO₂ dentro de la bolsa constituye una herramienta útil para detectar tempranamente problemas de conservación.

– Mantenimiento de la integridad física: La bolsa debe permanecer herméticamente sellada para evitar la entrada de agua e insectos. Es crucial detectar rápidamente roturas por clima, animales o manipulación, y sellarlas correctamente con parches especiales.

¿Requieres conocer más sobre este tema o cualquier otro referido al sistema de silo bolsa? El 2do Congreso de Silo Bolsa, mayor foro mundial de la tecnología, se llevará a cabo en Balcarce, Argentina durante los días 15, 16 y 17 de octubre.

Para más información ingresa en (http://www.congresosilobolsa.org)

Fuente:Leandro Cardoso, Ricardo Bartosik, Diego de la Torre, Bernadette Abadía y Giselle Maciel. INTA EEA Balcarce

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