Agricultura Regenerativa
17/09/25
Maíz tardío: claves de manejo para achicar brechas

En un contexto cada vez más desafiante, afinar el manejo puede marcar la diferencia entre un buen resultado y uno extraordinario. Lo dicen los datos y lo confirma la Red de Maíz Tardío de Aapresid.
En la zona Núcleo, el maíz tardío ocupa desde hace varias campañas un rol protagónico dentro de la estrategia productiva, representando cerca del 50% del área sembrada con maíz. Aunque la última campaña mostró una caída en superficie por el impacto de la chicharrita, la baja en los niveles poblacionales de la plaga detectada en los relevamientos de redes nacionales animan a la recuperación de su participación en el próximo ciclo.
La Red de Maíz Tardío de Aapresid, que evalúa año tras año el comportamiento de híbridos y manejos agronómicos en condiciones reales de producción, se consolida como una herramienta clave para orientar las decisiones del productor, especialmente en un contexto de alta variabilidad ambiental. El experto de la RMT Santiago Álvarez Prado (CONICET-UNR) resume los principales aprendizajes y recomendaciones que se desprenden de sus informes.
Genética: mirar más allá de la última campaña
Uno de los pilares en el planteo de maíz tardío es la elección del híbrido, una decisión que, según Álvarez Prado, puede significar diferencias de rendimiento de entre un 10% y hasta un 70%, dependiendo del ambiente. Por eso, recomienda no basarse únicamente en los resultados del último año, sino considerar análisis conjuntos y multianuales de las redes de ensayos comparativos, el foco del próximo informe de la Red.
“Lo que se vio en el sur de Santa Fe, por ejemplo, es que los híbridos más estables, que mejor acompañan las condiciones del ambiente, fueron los que mejor rindieron. Elegir bien la genética define el techo de rendimiento que uno puede esperar”, explica.
Además del rendimiento, el especialista sugiere tener en cuenta otros factores como el precio de la bolsa, la relación con el proveedor y el acceso a datos confiables. “Hay híbridos que no son de las marcas más conocidas pero que tienen un muy buen desempeño y un costo competitivo. Esa información también está disponible en los informes de la Red”, remarca.
Nutrición: ajustar dosis y balancear nutrientes
En términos de manejo, la nutrición aparece como uno de los puntos críticos con mayores oportunidades de mejora. Según los datos de la Red, en planteos tardíos los suelos suelen mostrar una mayor disponibilidad inicial de nitrógeno por mineralización. Esto lleva a que muchos productores apliquen dosis de entre 50 y 70 kg/ha, lo cual puede resultar insuficiente.
“Los ensayos muestran que puede haber respuesta hasta los 200 o 220 kg/ha de N, dependiendo del ambiente. Pero esa respuesta también está fuertemente condicionada por otros nutrientes, como fósforo, azufre y algunos micronutrientes. En suelos más ricos en fósforo, la eficiencia agronómica del nitrógeno es mucho mayor”, destaca Álvarez Prado.
Por eso, una nutrición balanceada, basada en análisis de suelo, es clave para cerrar brechas que en algunas zonas pueden llegar al 40% del rendimiento potencial.
Y esto no necesariamente significa una alta inversión en fertilizantes. En el último informe de la Red, un estudio de varias campañas en el Sur de Santa Fe revela que la inclusión de antecesores leguminosas aporta buenos volúmenes de N a los maíces tardíos, incluso a los trigo posteriores. En el caso de vicias de más de 5000 kg de biomasa aérea este aporte ronda los 32 a 40 kg de N.

Aporte de N (cuantificado como N acumulado en el maíz) de distintos cultivos invernales y un barbecho (Biassoni et al, 2024)
Sanidad: monitoreo y decisiones basadas en datos
Otra práctica que la Red ha evaluado con profundidad es el uso de fungicidas, mostrando respuestas positivas en más del 65% de los ensayos, y hasta 80% en regiones como el centro-norte de Córdoba.
“En algunos casos, vimos respuestas de más de 1.000 kg/ha. Pero no se trata de aplicar por receta: en zonas como el sur de Santa Fe o el centro de Buenos Aires, donde la presión de enfermedades no siempre está presente, la clave es el monitoreo y la aplicación justificada”, aclara.
Tres claves para el productor
Como mensaje final para quienes planifican un maíz tardío en la zona Núcleo, Álvarez Prado resume tres decisiones clave:
- Elegir el híbrido con información multianual, evaluando desempeño y estabilidad.
- Revisar el plan de fertilización, apuntando a una nutrición completa y ajustada al diagnóstico de suelo.
- Monitorear enfermedades y aplicar fungicidas cuando sea necesario, aprovechando su alta probabilidad de respuesta positiva.
La Red de Maíz Tardío de Aapresid continúa generando conocimiento técnico de valor para que cada decisión esté basada en datos concretos, reduciendo brechas y elevando el techo productivo del cultivo.
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