Lo que pasa en el campo
04/04
Mangos: una mancha negra puede hacer perder hasta el 100% de su rendimiento
Según un estudio del INTA, la bacteria que genera esta mancha negra en los mangos es una grave problemática sanitaria, cuya presencia se detectó en zonas productoras de Formosa. Conocé las recomendaciones para prevenirla.
La producción de mango en la Argentina se encuentra en pleno auge. Las características agroecológicas del NEA permiten el desarrollo de la producción de esta fruta y que el cultivo se extienda a varias zonas de la provincia de Formosa. Desde el Área de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar (IPAF) región NEA del INTA, un equipo de investigación detectó la presencia de la mancha negra bacteriana en un lote de mango de la unidad. Esta enfermedad es considerada la más importante y limitante del cultivo de esta fruta.
Pilar Ortega y Villasana –investigadora del IPAF NEA– explicó que la bacteriosis detectada en los lotes de mango es causada por la Xanthomonas spp.: “Nos encontramos ante un ataque muy severo en la variedad de mango Tommy Atkins. Luego de enviar las muestras al Laboratorio de Sanidad Vegetal de la Estación Experimental Agropecuaria Bella Vista del INTA en Corrientes, quienes confirmaron que la bacteriosis era causada por Xanthomonas spp. A la vez se están llevando a cabo pruebas de patogenicidad en dicho laboratorio”.
La mancha negra bacteriana en mangos es una enfermedad muy difícil de controlar. Los síntomas pueden ser detectados en hojas, tallos, rama y fruto y las pérdidas pueden llegar al 100% en variedades susceptibles. Como consecuencia de esto, su presencia reduce la cantidad de frutos a cosecha ya que aquellos frutos que no se pierden a causa de la enfermedad, no tienen la calidad comercial para venta en fresco y constituyen una amenaza, ya que pueden atraer insectos y hongos.
Gerardo Tenaglia –investigador del IPAF NEA– aseguró que, mientras que en la cosecha 2021-2022, se detectó la enfermedad en forma puntual, “en esta última campaña la aparición de síntomas se dio de forma abrupta, simultánea y generalizada en toda la zona productora de nuestra localidad”, y agregó que afectó “a todas las variedades que se cultivan en la zona, incluyendo al mango criollo”.
Con el fin de reducir el riesgo de la aparición de esta enfermedad, desde el INTA, recomiendan implementar prácticas de manejo que reduzcan o retrasen el inóculo inicial y medidas de control ante su desarrollo.
En este sentido, Tenaglia explicó que se deben cumplir una serie de cuidados en todas las facetas de la producción, evitar cualquier tipo de actividad con humedad ambiente superiores al 80%, eliminar cualquier residuo vegetal en la maquinaria agrícola antes de cambiar de lote y desinfectar ropa, haciendo hincapié en los cosecheros (que se mueven de productor en productor), equipamiento, herramientas de mano y vehículos utilizados.
“Los residuos deben ser desechados en el mismo lugar y posteriormente, aplicar desinfectantes. Para la maquinaria agrícola, el hipoclorito de sodio –lavandina– se debe utilizar en concentración de 200 ppm,”, puntualizó Tenaglia y agregó: “El uso de agua caliente y detergente es de utilidad siempre que sea aplicado a alta presión y a una temperatura mínima de 71° C”.
En cuanto a los plantines utilizados para la siembra, se recomienda utilizar aquellos que provengan de viveros certificados, con semillas y estacas libres de enfermedad, asegurando la sanidad de la planta. Por su parte, los terrenos utilizados en la siembra no deben registrar la presencia de esta enfermedad en su historial.
Con el fin de evitar la diseminación de la bacteria a distancias cortas y disminuir las heridas en las plantas por el efecto del viento, desde el INTA también recomiendan la instalación de cortinas rompe viento alrededor y dentro de los lotes. Por otro lado, la poda interior de la copa de los árboles facilita la suave circulación del aire y disminuye la humedad sobre las hojas y frutos, contribuyendo a evitar que la bacteria se multiplique y disemine.
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